Redes intermodales de transporte y movilidad integrada

Redes intermodales de transporte y movilidad integrada

Cómo nos molesta ese autobús que abandona la parada de transporte público para incorporarse a la carretera por delante de nuestro vehículo. Ni que decir de cuando esperamos en el extremo de un paso peatonal, porque los semáforos siempre favorecen a los conductores. ¿Fomentar el uso de las bicicletas? ¡Si con tanto peatón es imposible pedalear! Nos pasamos la vida dando prioridad al resto de viajeros… ¿O no?

Muchas veces ocurre que nuestra percepción es que el resto de los viajeros alcanza su destino más rápido que nosotros. Cualquiera que sea el modo de transporte que estemos utilizando en el desplazamiento. Como cuando elegimos una de las cajas del supermercado para pagar la compra. Pero… ¿Es realmente así?

Modelos de simulación

Cuando escogemos el modo de transporte para realizar un determinado desplazamiento, influyen diversos factores, tales como el tiempo total del trayecto, el tiempo de espera, el coste, la comodidad, la facilidad de aparcamiento en el origen/destino… Para cada persona la importancia de estos aspectos puede ser muy diferente, y, por eso, parece que simular el comportamiento de los usuarios puede ser complicado a simple vista.

Los modelos de simulación nos permiten crear modelos de transporte que se ajustan a las características de cada territorio y al comportamiento real de los usuarios. El objetivo es crear una herramienta que facilite la toma de decisiones y permita planificar una red de transporte óptima, eficaz y sostenible para la sociedad.

Los pasos principales a seguir en la creación de un modelo son los siguientes:

  1. Construcción de la red: Mediante nodos y arcos se simula la red actual de carreteras, ferrocarriles, carriles bici, vías peatonales… los cuales se caracterizan con la velocidad de desplazamiento, la distancia, el número de carriles o la capacidad, entre los aspectos más importantes.
  2. Zonificación del territorio: Se divide el territorio en función de características de comportamiento homogéneas en los usuarios, la orografía, niveles similares de acceso a la red o misma tipología de la zona (residencial / industrial / desarrollo económico).
  3. Recogida de datos de demanda: Encuestas, datos de monética, aforos, información de los SAE, datos de geolocalización por telefonía móvil… la utilización de distintos métodos en la obtención de los datos para la generación de un modelo de 4 etapas (Generación – Atracción) permitirá desarrollar unas matrices OD de mayor calidad.
  4. Definición de la oferta de TP: En el caso del transporte público es necesario describir de manera detallada la oferta del territorio: recorrido, frecuencia, paradas… Este proceso lo solemos llevar a cabo mediante los archivos GTFS de cada una de las operadoras, convirtiendo así el modelo en una herramienta viva y de actualización constante.
  5. Calibración: El ajuste del modelo a las características reales del territorio es imprescindible.  Para ello, se creará una batería de indicadores que nos indiquen la precisión del modelo y su semejanza con la realidad.
  6. Asignación: Se trata de repartir los desplazamientos de la demanda a lo largo de la red de transporte del territorio.
  7. Análisis de escenarios y estimaciones a futuro: Una vez hemos creado el modelo mediante los pasos anteriores, se estudia, por ejemplo, el efecto de una nueva infraestructura, la modificación de los servicios de transporte o la variación de tarifas de transporte/peaje en un escenario horizonte definido. Estimamos el comportamiento de las personas, el cambio modal que se podría producir o los posibles problemas de saturación del sistema.

 

Optimización de la red de transporte

De esta manera, no solo conocemos la respuesta de los usuarios con anterioridad a la realización de modificaciones en la red de transporte. También podemos planificar una red intermodal de manera eficiente, ahorrando grandes inversiones innecesarias y optimizando el presupuesto disponible.

Pero, ¿cómo impulsamos la movilidad eficiente? Desde INGARTEK apostamos por la intermodalidad entre los distintos modos de transporte, trabajando las redes desde un punto de vista integral y objetivo. Los puntos de conexión entre los distintos modos de transporte de la red, tales como parkings disuasorios o estaciones intermodales, deben ser estudiados en detalle.

¿Se debe eliminar la totalidad de los vehículos privados de nuestras carreteras? ¿Debemos caminar o ir en bici siempre? ¿Cuándo es un ascensor la solución a una orografía complicada, o cuándo es más sostenible alargar la línea actual de transporte público para que dé servicio a esa zona?

Son problemas que aparecen habitualmente en el día a día de las personas que planifican la movilidad, y su resolución dependerá de los condicionantes específicos de cada caso.

En este proceso de valoración y búsqueda de soluciones, los modelos de simulación son herramientas que facilitan la toma de decisiones a la hora de planificar la movilidad y alcanzar los propósitos definidos.

Satisfacción de viajeras y viajeros

El objetivo final, que la persona usuaria se sienta orgullosa de su elección modal, su desplazamiento se realice de la manera más segura y confortable posible y disponga de una red de transporte que responda a sus necesidades reales, siendo medioambiental y económicamente sostenibles.

Un mayor entendimiento de la red por parte de usuarias y usuarios, hará que nuestro comportamiento con el resto de viajeros sea más comprensible.

Mejoremos la percepción de viajeras y viajeros, es hora de disfrutar del camino.

 



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